sábado, 25 de agosto de 2007

MEMORIAS DE UN ADOLESCENTE


Pasé y paso muchos buenos momentos aquí, en la casa forjadora de jóvenes emprendedores y tenaces luchadores en la búsqueda del desarrollo y bien común.
7 años no pasan en vano, las experiencias vividas han hecho de este jovencillo, un hombre hecho y derecho, aunque algo torcido, pero firme en los objetivos que te traza un colegio cada vez más competitivo.
Sus colores: Negro de seriedad y elegancia, rojo por la pasión que le ponemos a cada actividad y amarillo por la alegría que vive en nuestra promoción.
Si hay algo que agradesco a la vida, es haber llegado a este colegio que ha consumido la cera de mi cuerpo y de él hizo brotar la llama más ardiente y luminosa.
Gracias Humboldt

1 comentario:

José Luis S. G. dijo...

Vamos mejorando... Pero coloca un poco mas de texto...